Hoy hemos ido a visitar Breda. Primero hemos ido a ver un museo del diseño. El museo era muy divertido. Había una sala con un ordenador en el que tú pinchabas en una carpeta y te salía un programa en el que podías mezclar dos animales, se infectaba el ordenador con un "virus" no te dejaba salir del programa... Había otra sala en la que podías crear tu propia portada para un periódico, hacer grafitis con luz y convinaciones de colores en un simulador.
Luego fuimos a dar una vuelta por la ciudad y fuimos a un parque a comer unos bocatas. Comimos en frente de un lago que tenía unos patos a los que papá les hizo una foto porque decía que eran muy feos.
Cuando terminamos de comer fuimos a una calle que estaba llena de tiendas. Allí nos pedimos unos helados. Cuando llegamos al final de la calle nos sentamos en un bar a beber algo. En el camino de vuelta nos volvimos a encontrar otra boda. Esta vez la gente iba mejor vestida, eso pensábamos hasta que apareció una chica con un traje blanco y con botas de invierno que parecen de lana. Cuando la vimos mi madre y yo nos empezamos a reír. Luego pasamos por encima de un río en el que había una plataforma de madera en la que había unos moteros con los que mi madre se quedó alucinando.
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