Si, en casa y no en Amberes, porque realmente la ciudad nos tiene atrapados. Ayer en Bruselas lo pasamos muy bien, Amsterdam fue estupendo, pero cuando volvemos a Amberes la sensación es especial. No se que tiene esta ciudad, o el barrio en el que vivimos, pero realmente nos ha llegado al corazón.
Así que hoy nos vamos a pasear, que está el mercadillo de los artistas, que ya lo vimos en Agosto y nos encantó. Entrañable, con música en directo en una placita muy cerca de casa. Amenaza lluvia, o diluvio, pero aquí eso no tiene importancia. Paraguas y a correr.
Luego nos hemos ido a visitar el museo del traje, con una exposición de sombreros muy curiosa. A la 1:30, a correr que hoy gana Alonso.
Amberes no ha tenido ninguna entrada específica y se la merecía. Hemos paseado mucho por la ciudad, hemos visitado todos los museos, hemos ido amercadillos callejeros (os pongo una foto del mercadillo de cuadros que le llaman Mont Matre, como en París) y hemos ido a todos los parques que hemos podido.
Los niños y yo, hemos ido a pasear casi todos los días y con papá hemos montado en bicicleta bajo la lluvia y vivido las fiestas de verano como uno más.
Amberes se ha convertido en un sitio especial para todos nosotros, estará siempre en un lugar destacado de nuestro corazón.
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