LILLO

Hoy hemos ido a Lillo. Es un pueblecito de apenas 4 calles que conserva intactos dos antiguos polders. Está a 15 minutos de Amberes y es la típica excursión que solo haces cuando tienes tiempo y alguien de aquí te lo recomienda. No viene en ninguna guía turistica pero es entrañable.

Una de las cosas que mas nos está sorprendiendo es la poca gente que hay es los sitios cuando te sales de ambito de los turistas. En Lillo estábamos nosotros cuatro solos, literalmente (nos faltaba papá que estaba trabajando, ya volveremos con él).
En el puerto, muy pequeñito, encontramos una pasarela hasta el centro del rio Schelde.

Los niños se empeñaron en llegar al final y allí que fuimos.
La pasarela dichosa está hecha de tramex (para los profanos REJILLA TRANSPARENTE) así que literalmente ves correr el agua del río bajo tus pies. Los niños encantados y a mi me faltaban manos para agarrar el bolso con las llaves del coche y todo dentro.
Los que me conocéis un poco y sabéis el vértigo que tengo os haréis una idea del ratito que pasé.













En el borde final, el viento era tremendo. A mi todavía me falta aire cuando veo la foto.